Además del desierto de Atacama y su región del Yungay hay dos más.
Una de las regiones menos hospitalarias y más remotas es la isla de Bouvet, descubierta en 1729, en el Océano Atlántico. Es una isla dependiente de Noruega, deshabitada, situada a 1.700 km del continente de la Antártida y 2.000 km dirección sur/suroeste desde el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica.
Tiene un área de 49 km² de la cual un 93% está cubierta por glaciares que bloquean las costas sur y este.
Es el lugar más aislado del mundo, ya que no tiene ni tierra ni islas en 1.600 km a la redonda. A esos 1.600 km se encuentra la Tierra de la Reina Maud, Antártica, que también está deshabitada.
No tiene puertos, por lo que es difícil para una embarcación el aproximamiento. La forma más fácil de acceder a la isla es por helicóptero desde un barco. Los glaciares forman una gruesa capa de hielo que cae constantemente desde altos acantilados o en las playas negras de arena volcánica. Los 29,6 km de costa están, por lo general, rodeados de hielo. El pico más alto de la isla se llama Olav (Olavtoppen), que llega hasta los 780 m de altitud sobre el nivel del mar.
Por el clima extremo y su terreno congelado, la vegetación se limita a líquenes y musgos. La fauna de la isla consiste en focas, aves marinas y pingüinos. Poca gente ha estado ahí y casi ninguna ha puesto pie en ella.



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